Setubal revisited

Estar cuatro días en Setúbal sería como venir de visita, ver viejos conocidos, recordar momentos, añorar amigos pero como ya he contado en alguna otra ocasión, no se que tiene esta casa que hace que desde que uno llega se siente en familia, y como en las familias numerosas se pone a trabajar.

Y uno en casa, en familia, vuelve a la realidad, a la realidad del servicio, del que puedo hacer por ti, sin esperar nada a cambio, donde un despiste supone ver como otro vuelve a echarte una mano. Uno se despista y la comida esta hecha, otro y la mesa puesta, nuevo despiste y todo esta fregado… que fácil se entiende asi el amor, la caridad.

Los niños crecen una barbaridad:

Natalia esta enorme, mas guapa y, sorpresa, ya sabe andar sola, solita… las sisters quieren darla en adopción asi que si alguno sabe de alguien…

Catherina esta mucho mas mayor, y a sus cuatro años ya tiene ojazos de señora, mira calmada, tranquila incluso cuando llora.

A Irina, se le han caido las pecas sin avisar y, como buena pelirroja, tiene la cara limpia, lechosa… mia gordinha, ha adelgazado un poquito (un bocadinho) y esta preciosa;

Ana estos días ha estado un poco mejor, y solo el domingo ha podido levantarse de la cama, pero sigue sonriendo encantada ante la voz masculina;

Miguel sufre y sonrie, tiene algo de fiebre, una pequeña infección;

Toni, que los primeros dias asistía pasmado al espectáculo, pequeño, casi sin ser, como apagándose sin parar de recibir cariño, Amor… el ultimo dia estaba despierto, con unos ojos que hablaban de todo (es cierto cualquiera podía entenderlos).

Las Sisters siguen bien (cubiertas de chaquetas y bufandas que hagan el Invierno mas llevadero), dejan los pocos calefactores que han conseguido para las habitaciones de los niños, no gustan de usar medicamentos… Mahima lleva diez dias resfriadísima, sin voz, y no se termina de cuidar. Se “conservan” muy bien, imposiblemente bien, parece increíble… siempre rodeadas de 30 niños, 60 problemas, mil cosas por hacer… repartiendo paz, alegría, cariño…

La superiora sigue haciendo de comodín, como oculta, es la primera en fregar, en hacer de pinche de cocina, y de “mandar” (imaginárosla mandar suena como demasiado fuerte), de dirigir la barca con brazo firme cuando hace falta.

Sister Pret Anjolie (o como se escriba) es lo permanente, cariñosísima, encantada de servir y pendiente de cualquier capricho de los voluntarios… tiene mucho prestigio entre las señoras, las niñas… dice las cosas con fortaleza, cuando hay que decirlas y calla cuando se pueden dejar pasar. Bombazo, el ultimo dia nos dijo que se va de Superiora a la casa de las Sisters en Faro, al Sur de Portugal.

Sister Josie, sigue eternamente joven, preparando biberones entre canciones y bromas… siempre dispuesta a alegrar; con una alegria que parece ingenua, de jovencita loca… pero basta oirla cantar. Por cierto pasa por Madrid, el dia 2 de enero.

Sister Blondine maneja a los 30 niños, a golpe de frances, portugues inventado, lleva con gracia los cincuenta y con mucho cariño su carácter frances.

Sister Mahima sigue como siempre, no pierde el buen humor, ni su carácter pragmático, no para de repartir juego, tiene todo en la cabeza y no pierde oportunidad, siempre en broma, siempre en serio… y siempre viva.

Solo vimos a Sister Fortunella el ultimo dia, el dia de la Inmaculada renovo sus votos y paso unos dias recogida en oración, el sabado estaba radiante.

Y nosotros, poco que contar, todos nuevos, dispuestos a aprender… no hemos parado de disfrutar, unos se han dedicado a la cocina con un menu muy hispano: paella, tortilla de patatas, tarta de manzana y pasta a las siete fuentes (invención de la casa), el resto con los deficientes por la mañana y con las niñas por la tarde, una tarde en la playa y una noche jugando por Setúbal, pañuelo, concurso de estatuas… con gran expectación y un fin de fiesta con MacFurry en el MacDonalds, viendo pasar la noche del viernes desde la terraza, saludando a las compañeras de colegio desde ese lugar “privilegiado”. Como decia ayer Tomi, al dar las diez y media recien llegados a Madrid, (nueve y media en Setúbal) “se echa de menos… Deo gratias!!”.